jueves, 23 de mayo de 2013

RIGOBERTA MENCHÚ


RIGOBERTA MENCHÚ

 

·         Ganadora del Premio Nóbel de la Paz en 1992 (cuando se conmemoraron los 500 años del descubrimiento de América).

 

·         Coautora del controversial libro “Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia” y una de las protagonistas del documental “Cuando las montañas tiemblan”.

 

·         Se le han otorgado varios doctorados honoris causa.

 

·         Dos veces candidata presidencial de Guatemala, nunca ha superado el 3% de los votos.

 

·         Su padre, un líder indígena, murió en la toma de la Embajada de España, en tiempos del gobierno del general Romeo Lucas.

 

·         Planteó un juicio por genocidio contra el general Ríos Montt en España, argumentando que en Guatemala no era posible hacerlo.

 

No se ha podido probar una participación directa (como combatiente) en el conflicto. Algunos han cuestionado su “leyenda”, la que figura en el libro que la hizo famosa. Se le conoce y tiene más influencia en el exterior que en Guatemala, en dónde muchas veces ha sido víctima de sátiras racistas.

Fue probablemente la figura más destacada de la rama política del movimiento rebelde en Europa, en dónde goza de mucho respeto. Mi impresión es que el tema fue muy bien manejado, de manera que se vendió la imagen de que ella representaba al pueblo indígena que estaba siendo víctima de la represión. La impresión que da la doctora Menchú es de que ha sido preparada para manejar su discurso político y que con el tiempo ha ido madurando su pensamiento, sin embargo, a pesar de sus pergaminos, no ha sido un personaje que ha influido ni en las conversaciones de paz, ni en el período posterior.

miércoles, 22 de mayo de 2013

EL DERECHO A LA LEGÍTIMA DEFENSA Y A LA VIDA


EL DERECHO A LA LEGÍTIMA DEFENSA Y A LA VIDA

Estoy de acuerdo con que la Corte de Constitucionalidad haya fallado que hubo violaciones al debido proceso en el juicio contra Ríos Montt. Siento que, en el afán de por fin hacer justicia para los miles de inocentes que murieron en este estúpido enfrentamiento, se cometieron errores por parte del tribunal y el resultado fue este.

También estoy de acuerdo con que el fallo de que en Guatemala se cometió genocidio, fue má un fallo político que jurídico, esto ya lo he explicado antes.

Pero de eso, a lo que estamos viviendo, hay muchísimas cosas en las que no estoy de acuerdo.

NO ESTOY DE ACUERDO con que se esté argumentando que Ríos Montt es un héroe o un mártir. Ríos Montt, y sus propias declaraciones lo confirman (en un video que ahora circula con declaraciones que dio cuando estaba al mando, o las que dio antes de que se dictara sentencia), simple y llanamente fue una figura que pusieron los cerebros del golpe para que, por medio de toda su ininteligible verborrea salpicada de mesianismo, entretuviera a las masas y a los medios de información, mientras la represión cobraba más auge en el altiplano.

NO ESTOY DE ACUERDO con que se considere que el ejército haya sido el único causante del baño de sangre que cubrió el altiplano, esto también ya lo he comentado, pero tampoco estoy de acuerdo en que ahora se pretenda olvidar lo que hicieron y la responsabilidad en que incurrieron al tomarse por su propia mano la justicia violando el derecho a la vida de tantos miles de personas. El ejército actuaba en nombre del Estado de Guatemala, nada los eximía de cumplir con el principio fundamental de que nadie puede ser condenado, sin antes haber sido oído y vencido en juicio.

NO ESTOY DE ACUERDO con que se manipule el dolor de tanta gente, que por fin se atrevió a contar ese dolor que guardó por más de 30 años, para que ahora les digan que por tecnicismos legales, ahora deben volver a abrir su corazón para mostrar las heridas que aún no han cicatrizado.

NO ESTOY DE ACUERDO con que algunos sectores defiendan con tanto ahinco el derecho al debido proceso en el caso de Ríos Montt, olvidando que en Guatemala la justicia está al servicio de todos, menos de aquel que tiene derecho a reclamarla.
NO ESTOY DE ACUERDO con que algunos malos abogados abusen de los vericuetos que están en la ley con el único fin de retardar un proceso, o que usen trucos legalistas para descalificar jueces o pruebas, en lugar de ejercer su profesión con ética y responsabilidad.

MONSEÑOR GERARDI Y EL REHMI


MONSEÑOR GERARDI Y EL REMHI

Juan Gerardi fue salvajemente asesinado dos días después de haber entregado al mundo su legado, el documento de la Recuperación de la Memoria Histórica (REMHI), en donde se señalaba al ejército de Guatemala de haber cometido la mayor parte de masacres en el altiplano durante el conflicto armado.

Si bien se condenó a tres militares y a un sacerdote por complicidad en el asesinato, el tema es que nunca se identificó al asesino, mucho menos las causas por las que se cometió el crimen.

Juan Gerardi estuvo en el Quiché (a dónde pertenece el triángulo Ixil) cuando inició la represión en tiempos del gobierno de Lucas. Se sabe que varias veces se enfrentó a los militares para reclamarles los excesos, que de milagro se salvó de una emboscada para eliminarlo y que, cansado de ver cómo los sacerdotes y catequistas, que tenía bajo su responsabilidad, se habían vuelto blancos en esa guerra sucia, decidió cerrar la diócesis, hecho que se consideró inusitado dentro de la historia de la Iglesia Católica.

Juan Gerardi fue llamado por el papa Juan Pablo II para explicar su actuación, luego de escucharlo, el papa le obligó a regresar a Guatemala. Hay testigos que escucharon a Lucas decir que si ponía un pie en Guatemala, él lo enviaría a matar. Algunos miembros de la curia impidieron, en el aeropuerto, que él entrara al país y lograron que se fuera refugiado a Costa Rica.

Cuando algunos años después volvió, sintió la necesidad de documentar todo el sufrimiento que había presenciado, y que seguía escuchando, de parte de los “invisibilizados”, los habitantes del altiplano que quedaron en medio del conflicto y que sufrieron la dureza de la represión. Él sentía la necesidad de que esa historia se conociera y que se buscara justicia por los crímenes cometidos.

El trabajo quedó truncado con su muerte. La siguiente fase, que consistía en llevar a los responsables del baño de sangre ante la justicia nunca se llevó a cabo.

Dentro de muchas de las frases que pueden rescatarse de este mártir, quiero dejar esta que refleja el sentir de muchos de nosotros “Para perdonar, primero debemos saber a quién perdonar.”

lunes, 20 de mayo de 2013

LAS PATRULLAS DE AUTODEFENSA CIVIL -PAC-


LAS PATRULLAS DE AUTODEFENSA CIVIL (PAC)

 

Así como hubo pobladores indígenas que se incorporaron a la guerrilla, hubo otros que se inclinaron por el bando contrario (es decir, apoyaron al ejército) y quedó una mayoría que no tomó partido.  Me referiré brevemente al segundo grupo.

Tradicionalmente el ejército había creado la figura del “comisionado militar”, una especie de su representante en cada poblado.  Estos comisionados militares fueron uno de los objetivos de la guerrilla. Se conocen muchos casos en dónde era la primera persona ajusticiada cuando llegaban a hacer sus mitines revolucionarios.

No está claro cuál fue el origen de las PAC, algunos sostienen que fue un movimiento voluntario, alimentado por el miedo de perder su propiedades a manos de “los comunistas”, en cambio otros indican que el ejército los obligaba a patrullar y a acompañarles en algunas misiones de escarmiento contra los pobladores “enemigos” sin recibir alguna remuneración a cambio.  Precisamente esto último los motivó, en tiempos del gobierno de Berger, a solicitar una compensación por el servicio prestado, algo que se prestó a una gran corrupción (por ejemplo, se registró a casi un millón de ex-Pac, incluso jóvenes que por su edad, ni habían nacido en tiempos de la guerra).

La leyenda oscura de los PAC durante el conflicto indica que muchos fueron delatores y que los movían más los intereses personales (sobre todo para resolver conflictos de tierras) que el nacionalismo o la ideología. Es una realidad que, hasta la fecha, hay poblaciones que están divididas, un área la ocupan las víctimas del enfrentamiento y otra los que pertenecieron a las PAC.

sábado, 18 de mayo de 2013

LOS KAIBILES


LOS KAIBILES

Dependiendo del sector con el que se simpatice, así es la manera cómo se juzga a la fuerza élite del ejército guatemalteco. De manera que trataré de concentrarme en unos cuantos hechos incuestionables, para que cada quien saque sus conclusiones.

#1. El origen de la escuela kaibil. A inicios de los 70s se consideró seriamente la invasión de Belice, el territorio adyacente a Guatemala, que originalmente pertenecía a la Capitanía General de Centroamérica y que, desde el punto de vista de los guatemaltecos, los ingleses se apropiaron ilegalmente en los tiempos de la colonia. El alto mando militar guatemalteco, consciente de las características del terreno a invadir, ordenó que se formara una escuela de comandos capaces de combatir en las condiciones más extremas.

#2. La capacitación para ser un kaibil. Estamos hablando de uno de los entrenamientos más duros del mundo. Estamos hablando de un super-soldado, capaz de sobrevivir en condiciones extremas, a quien no solo se le fortalece desde el punto de vista físico, sino sicológico, para quienes no existen las palabras retroceder o rendirse.

#3. Su participación en la guerra interna. Es obvio que los kaibiles participaron en el conflicto. Ahora bien, no hay forma de probar si solo ellos fueron los responsables de los excesos cometidos. Parte de la leyenda kaibil es que si iban en alguna patrulla que caía en una emboscada, solo dejaran de combatir hasta que caían muertos.
#4.  Después de la guerra. La “leyenda” kaibil continúa después de la guerra. La ONU ha solicitado su apoyo en misiones de paz alrededor del mundo. También se sabe que algunos kaibiles han sido contratados por el narco (especialmente los Zetas).

LA GUERRA DE GUERRILLAS EN GUATEMALA


LA GUERRA DE GUERRILLAS EN GUATEMALA

Un aspecto que a muchos escapa es que el enfrentamiento en Guatemala no tuvo las características de una guerra convencional.  Desde los tiempos de la guerra en China, y sobre todo luego del triunfo de la revolución cubana y el fracaso estadounidense en Vietnam, el concepto de moda era la guerra de guerrillas. No se trataba de cumplir con “reglas”, más bien la única regla a seguir es que no hay reglas. La movilización constante, los ataques sorpresa, el “mimetizarse” con la población civil, el provocar el mayor número de bajas en el menor tiempo posible, el no tomar prisioneros, eran algunas de sus características, así como una delegación completa de la responsabilidad operativa en los comandantes de patrulla. Los ejércitos “convencionales” aprendieron de la manera más dolorosa que todas las estrategias de la época napoleónica o de las grandes batallas de la segunda guerra mundial eran completamente inútiles ante ese enemigo invisible que golpeaba dónde menos se le esperaba y que era imposible de identificar. Sin que se quiera hacer una apología de la guerra, se pasó de una contienda con ciertas normas de actuación (las regidas por la convención de Ginebra) a una guerra sucia, en la que prácticamente todo era válido.

Como ya he mencionado antes, ambos bandos contaron con la asesoría de veteranos de Vietnam de manera que acá puede observarse una réplica, en pequeño pero más salvaje, de la manera cómo se combatió allá, siendo la mayor variante el que no se logró una movilización total de la población civil en las áreas controladas por la subversión en contra del ejército. Sin embargo sí hay testimonios de aldeas que se convirtieron en mortíferas trampas para las tropas del ejército, lo que a mi modo de ver, creo la falsa impresión de que todas las aldeas y todos los pobladores del área estaban involucrados en la lucha armada.

Cuando el ejército lanzó su ofensiva provocó una huida masiva de campesinos.  Estos campesinos, que muchas veces eran mujeres, ancianos y niños, no tenían nada que ver con la guerrilla organizada, pasaron años escondidos en la selva. Al tener que estar en constante movimiento para no ser localizados por las patrullas o las aeronaves que rastreaban el área, les era imposible tener cultivos de maíz o frijol para su sustento diario, tampoco tenían dinero para comprar sal, medicinas o ropa, de manera que se constituyeron en legiones de seres humanos vagando desnudos, desnutridos y enfermos, sin que nadie velara por ellos. Se habla de miles que murieron cuyos cadáveres quedaron regados en la selva.

Por otro lado, el arma preferida de las patrullas de la guerrilla que quedaron para enfrentar al ejército fueron las emboscadas. Generalmente detonaban minas claymore al paso de las tropas, y aprovechaban el desconcierto para atacar con fuego de fusilería y granadas, teniendo como objetivo primario el acabar con los oficiales al mando.  Cabe recordar que dada la estructura de las unidades guerrilleras y su necesidad de una constante movilización, no tomaban prisioneros. En la práctica esto significaba que, si tenían el tiempo y el comandante de esa unidad así lo consideraba, aniquilaban a la patrulla completa y se apropiaban de su equpo.

Otra de las tácticas guerrilleras era el ataque nocturno a los destacamentos avanzados de combate del ejército. En realidad no se necesitaba de muchos hombres para hacerlo, más bien eran acciones de hostigamiento para mantener a los soldados en tensión, impedirles dormir y debilitar su moral.

Se sabe de patrullas guerrilleras que se ponían uniformes militares para atacar poblados que no los apoyaban. También se sabe de patrullas militares que se disfrazaban de guerrilleros para atacar poblados que suponían simpatizaban con la guerrilla.

He mencionado estos ejemplos para poner en contexto un enfrentamiento en dónde no habían protocolos de conducta ni reglas. Lo que lógicamente propició un salvajismo pocas veces visto y que dificulta señalar con claridad quién fue culpable de qué.

jueves, 16 de mayo de 2013

LAS TRES ETAPAS DE LA SUBVERSIÓN EN GUATEMALA (parte III)


LAS TRES ETAPAS DE LA SUBVERSIÓN EN GUATEMALA (parte III)

Algo que había olvidado mencionar era el origen y nombre de las principales organizaciones rebeldes (es decir, las que tuvieron presencia hasta el final del conflicto)

Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR). Su origen puede rastrearse hasta el 13 de noviembre de 1960 (génesis del movimiento armado rebelde). Su primer comandante fue el teniente Luis Turcios. En la primera etapa de la subversión estuvo asentada en Zacapa, luego de Turcios, tomó el mando César Montes y finalmente lo tuvo Pablo Monsanto, quien participó en la firma de la paz. El área dónde operó al final fue la parte sur del Petén, formó parte de la URNG (Unión Revolucionaria Nacional Guatemalteca), pero en realidad su influencia en los últimos años fue poca, en parte porque muchos de sus líderes históricos la fueron abandonando.

Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP). A mi modo de ver, fue la principal artífice del cambio de estrategia que se dio en la última etapa. Se nutrió de ideólogos (como Mario Payeras) y combatientes expertos (como César Montes y otros sobrevivientes de la lucha en sus dos primeras etapas) y tuvo la visión de incorporar líderes indígenas para vencer esa resistencia natural del indígena hacia el ladino y hablarles en su propio idioma para incorporarlos a la rebelión. A finales de los 70s ingresaron desde México hacia la franja del Ixcán, en donde pasaron varios años organizando sus bases antes de darse a conocer. Su área de influencia abarcó los departamentos de Huehuetenando, Quiché (en dónde está el triángulo Ixil) y las Verapaces. También formaron parte de la URNG (Unión Revolucionaria Nacional Guatemalteca)

Organización del Pueblo en Armas (ORPA). Su líder más conocido fue Gaspar Ilom, seudónimo de Rodrigo Asturias, hijo del premio nobel Miguel Ángel Asturias. Tomó el modelo usado por el EGP y lo replicó de este lado de la cordillera, en Chimaltenango, Sacatepequez e incluso los departamentos cercanos a la costa. Dada su cercanía a la capital y la amenaza que eso representó, fueron los primeros que sufrieron el ataque del ejército concebido para retomar el control territorial. Tuvieron, a mi modo de ver, una estructura menos disciplinada que el EGP y debido a eso, fueron los que cometieron más excesos (masacres, secuestros, asesinatos de oficiales militares con lujo de saña) que las otras. También formaron parte de la URNG (Unión Revolucionaria Nacional Guatemalteca).

Partido Revolucionario del Trabajo. Fue el cuarto miembro de la URNG (Unión Revolucionaria Nacional Guatemalteca), básicamente no tenía fuerza armada, su función era la lucha política y tuvo un importante papel en el exterior para ganar soporte al movimiento y fue el eje alrededor del que se logró la unión de los movimientos rebeldes en la URNG, lo que vendió en el exterior la imagen de unidad en la lucha. Su origen es el partido comunista constituido durante el gobierno de Jacobo Árbenz.

* * * *

Luego de la destrucción de las bases guerrilleras en la capital, pasaron algunos años de relativa calma, que erróneamente se calificó como la desaparición de la subversión. Sin embargo, lo que la Inteligencia Militar no detectó fue que ésta había analizado sus errores y concluido que sin el apoyo de la mayoría de la población (indígenas asentados en el altiplano) no habría forma de alcanzar la victoria. Después de eso comenzó una labor de ganar a la causa a los líderes indígenas haciéndoles ver que los objetivos de la lucha eran las mismas reivindicaciones que ellos reclamaban. También se aprovechó la labor de sacerdotes y catequistas católicos afines a los conceptos de la Teología de la Liberación (o Iglesia de los Pobres) para ganar simpatías entre los pobladores de esas regiones.

De esta manera el movimiento fue ganando fuerza a finales de los 70s, prácticamente sin usar la violencia armada. Cabe recordar que en 1979 cayó el gobierno de Somoza en Nicaragua y que la guerra civil en el Salvador estaba en su auge.

A inicios de los 80s extensos territorios que comenzaban desde Chimaltenango y que pasaban por el Quiché, Sololá y Huehuetenango, estaban bajo control de la subversión (se dice que el plan era declararlos territorios liberados para que la comunidad internacional les reconociera su derecho a la autodeterminación y que la lucha cambiara de status al de una guerra de liberación –es decir una guerra entre dos estados-).

El gobierno de aquella época (del general Romeo Lucas) se había enfocado más en liquidar disidentes políticos en la capital y habían descuidado atender lo que sucedía en el interior. ESt cambió cuando el jefe del estado mayor (el general Benedicto Lucas, hermano del presidente) detectó lo que estaba sucediendo  y tomó el mando de las acciones para desarticular la estrategia guerrillera. Se ha usado la metáfora de Mao de que para la guerrilla las poblaciones de la cordillera eran como el agua por donde se movía el pez de la subversión, y que como el pez era muy escurridizo de atrapar, Benedicto montó un plan para quitarle esa agua al pez.

Lo importante a destacar hasta acá, es que las operaciones militares para recuperar el territorio en poder de la guerrilla comenzaron antes de que Ríos Montt llegara al poder. Sostengo que Ríos Montt no agregó ni quitó nada a estos planes y que tal vez la parte más importante a destacar acá es que los comandantes de las fuerzas de tarea (se formaron dos: Iximché que se concentró en las áreas dominadas por la ORPA, y Gumarcaaj en las áreas dominadas por el EGP) tenían los lineamientos generales para actuar en un terreno que, en la definición de los militares, estaban habitados por simpatizantes del “enemigo”, un enemigo que había organizado a grandes sectores de la población para que les apoyaran un enemigo que muchas veces era imposible de diferenciar de la población civil no combatiente y cuyas principales armas eran las emboscadas.

Muchas de las fuerzas organizadas de ese “enemigo”, huyeron cuando el ejército atacó, abandonando a los pobladores, sin embargo dejaban pequeñas células de combatientes para hostigar al ejército, lo que muchas veces creo la impresión de que seguían haciéndoles frente.

Este fue el trágico escenario que dejó miles de muertos, muchos de ellos víctimas inocentes. Más adelante me referiré a algunas de las cosas y tácticas que se usaron. El objetivo de este documento era presentar el escenario y los factores que, a mi juicio, provocaron lo que sucedió.

LAS TRES ETAPAS DE LA SUBVERSIÓN EN GUATEMALA (parte II)


LAS TRES ETAPAS DE LA SUBVERSIÓN EN GUATEMALA (parte II)

 

Segunda etapa. Los estrategas de la guerrilla concluyeron que se había cometido un error fundamental al asentar los primeros campamentos en el oriente del país, una región tradicionalmente ladina y afín al anticomunismo (vale la pena recordar que allá fue la cuna de la Liberación, el movimiento que derrocó al presidente Arbenz en 1954). Al volver a la capital buscaron nutrirse con dos de las fuentes principales de apoyo a este tipo de movimiento, los estudiantes y los obreros. Ya en este momento, la dirección estaba en manos de civiles con una fuerte preparación ideológica obtenida en Cuba, Rusia y otros países detrás de la cortina de hierro.

Conscientes de que su poder de fuego era muy débil para enfrentar directamente a las fuerzas de seguridad del gobierno, buscaron en el terror la manera de hacer sentir su presencia. Estos años (aproximadamente desde 1968 a 1976) caracterizados por atentados con bombas, sabotajes, secuestros para obtener recursos, para lograr la divulgación de comunicados o para intercambiar rehenes por correligionarios capturados y asesinatos de personas notables (periodistas, empresarios, incluso los embajadores de Estados Unidos y Alemania).

El terremoto de 1976 fue un parte-aguas en el conflicto, ya que si bien continuaron operando los grupos urbanos clandestinos, la atención se dirigió al interior, esta vez el occidente, en la región del altiplano, en dónde la pobreza era y sigue siendo más notable.

A fines de la década de los setenta los servicios de inteligencia del gobierno lograron desmantelar varias casas de seguridad de la guerrilla en la capital, lo que puso final a esta etapa.

LAS TRES ETAPAS DE LA SUBVERSIÓN EN GUATEMALA (parte I)


LAS TRES ETAPAS DE LA SUBVERSIÓN EN GUATEMALA (parte I)

 

Considero importante, para tener un mejor panorama de lo que pasó acá y de las razones por las que el ejército reaccionó como lo hizo, hacer una breve semblanza de lo que fue el movimiento guerrillero en Guatemala.

 

Primera etapa. Tradicionalmente se considera que el punto de partida al movimiento subversivo fue el 13 de noviembre de 1960.  En esa fecha varias bases militares se levantaron contra el gobierno del general Miguel Ydígoras, para protestar por lo que ellos consideraban un trato injusto hacia el ejército de Guatemala. El origen de esto tuvo que ver con el triunfo de la revolución cubana y la subsecuente organización de un movimiento anti-castrista, apoyada por la CIA, uno de los centros de entrenamiento de las fuerzas que invadirían la isla fue la finca Helvetia en Retalhuleu. Ydigoras, para congraciarse con los norteamericanos, puso a disposición de los rebeldes, armas y suministros que quitó al ejército, lo que causó mucho descontento, descontento que se alimentó por las crecientes acusaciones de corrupción en ese gobierno. La sublevación fracasó porque aviones pilotados por rebeldes cubanos bombardearon las bases que se habían levantado en armas. Los líderes (entre ellos el coronel Alejandro de León, el mayor Marco Antonio Yon Sosa y los tenientes Luis Turcios y Luis Trejo) se exilaron en el Salvador y Honduras. Estando en el exterior fueron contactados por miembros del PGT (Partido Guatemalteco del Trabajo) quienes les ofrecieron apoyo para que regresaran a Guatemala y establecieran campamentos guerrilleros, al estilo de lo que en su momento había hecho Castro en Cuba. Estos campamentos se asentaron en Izabal y Zacapa, en la Sierra de las Minas.

Fue durante el gobierno de Peralta Azurdia, quien había dado golpe de estado a Ydígoras, que el enfrentamiento armado inició. Para ese entonces se habían unido al grupo semilla (formado solo por militares disidentes) algunos obreros y estudiantes universitarios (entre ellos César Montes), pero fue hasta el gobierno de Méndez Montenegro, con el nombramiento del coronel Carlos Arana Osorio, que el ejército tomó la iniciativa de acabar con los subversivos. El coronel Arana, asesorado por norteamericanos expertos en lucha anti-guerrillera, montó operativos para capturar, torturar y desaparecer a todos aquellos a quienes se les sospechara simpatías con los guerrilleros. Esa estrategia de terror tuvo resultados favorables y dejó a la guerrilla sin colaboradores y gracias a las denuncias obtenidas bajo tortura, lograron localizar los campamentos y aniquilar a los guerrilleros.
Los pocos que lograron sobrevivir huyeron de la región, muchos de ellos volvieron a la capital y entraron en una etapa de hibernación mientras reorganizaban sus fuerzas.  En el ínterin, Arana ascendió a general y fue electo presidente de la República.

miércoles, 15 de mayo de 2013

PUEBLO QUE NO RECUERDA SUS ERRORES ESTA CONDENADO A REPETIRLOS


PUEBLO QUE NO RECUERDA SUS ERRORES ESTÁ CONDENADO A REPETIRLOS

 

Respeto a aquellos que defienden la posición de que debemos cerrar el capítulo del enfrentamiento armado y que debemos ver hacia adelante, que lo importante es construir un mejor futuro para todos. Lo respeto pero no lo comparto.

Si toda esa sangre derramada durante tantos años hubiera servido para cambiar algo en nuestro país, habría al menos un argumento para aceptar la premisa anterior, pero lamentablemente ahora estamos peor.

Ni han mejorado las condiciones de vida para la inmensa mayoría de nuestra población, ni el Estado está cumpliendo el papel que le asigna la Constitución, tampoco se respeta el derecho humano a la educación, la justicia y el trato digno. Seguimos divididos, seguimos confrontados, seguimos viendo solo por el derecho a nuestras narices alimentando con todo eso las probabilidades de que, en un futuro cercano llegue a ser tanta la presión que volvamos a lo mismo: hermanos matando hermanos en una orgía de sangre en dónde todos salgamos perdiendo.
Y lo que es peor. Hemos perdido nuestra capacidad de sentir. Sentir el dolor ajeno y de solidarizarnos con quienes lo sufren. Los periódicos publican a diario la lista de los fallecidos por la violencia y a muchos nos preocupa más leer que Messi tiene una lesión que le impedirá jugar las próximas semanas o que ya no se harán más películas de Iron Man. ¡Por Dios!

EL QUE ESTE LIBRE DE PECADO QUE LANCE LA PRIMERA PIEDRA


EL QUE ESTÉ LIBRE DE PECADO QUE LANCE LA PRIMERA PIEDRA

 

Eriza la piel el leer algunas comunicaciones que se han publicado en estos días. Dicen que no fueron cientos de miles los caídos durante la guerra interna, sino “solo treinta y siete mil”, o que porqué se habla tanto de los indígenas masacrados y no de los trescientos y pico militares caídos en combate.

¿En dónde está la humanidad de las personas que usan estos argumentos para descalificar las justas demandas de los sobrevivientes a esta carnicería que desangró nuestro país?

No es un juego de estadísticas. No se trata de compensar trescientos militares contra cien mil indígenas y decir “quedamos tablas”.  Son vidas humanas por Dios. Cada una de ellas tenía el derecho a vivir, derecho que el Estado falló en protegerle.

EL PERDON COMO MEDIO DE RECONCILIACION


EL PERDÓN COMO MEDIO DE RECONCILIACIÓN

Dentro de las compensaciones que se han determinado luego de concluir el juicio es que ciertas autoridades deben pedir perdón por los hechos ocurridos en el Triángulo Ixil. De nuevo, tengo que cuestionar lo que se ha ordenado.

Si partimos de la base que efectivamente en esa región ocurrieron crímenes contra la humanidad, que allí habían dos grupos en abierto enfrentamiento y que muchos inocentes cayeron víctimas de los excesos de esos grupos, hay una responsabilidad compartida por todos. No deberían ser ciertos funcionarios, quienes pidan perdón. Debería ser el Presidente de la República, como representante del Estado, quien tendría que reconocer que la culpa de lo que allí ocurrió, porque fue precisamente el Estado el que falló en proporcionar seguridad a sus ciudadanos, en proteger su vida.

En un mundo ideal, el ejército y la guerrilla deberían presentar sus disculpas. Ordenar que solo los representantes de uno de los bandos sea quien pida perdón es, en el fondo, señalarlo como único responsable de lo ocurrido. Es poner a la defensiva a los que han pertenecido a ese grupo y a sus simpatizantes, es seguir avivando la hoguera de resentimientos.

EL TERRORISMO DURANTE LA GUERRA


EL TERRORISMO DURANTE LA GUERRA

 

El terrorismo, no importa quién lo haya usado, es la manera más baja y descalificante de combatir. La misma palabra lo dice, su objetivo es provocar terror y aprovechar ese terror para lograr sus fines. Lo más aberrante del terrorismo es que normalmente sus víctimas no son combatientes del otro bando.

Afirmo, con toda la certeza del caso, que durante los años del conflicto ambos bandos aplicaron terrorismo.

Porque terrorismo no fueron solo los secuestros, los asesinatos de empresarios o embajadores, o los atentados contra la infraestructura del país (puentes, torres de electricidad, etc.) también fueron las incursiones por parte del ejército contra poblados del altiplano, la sádica manera cómo violaron a las mujeres y masacraron a las pobladores de las áreas que consideraban en poder de sus enemigos, la manera cómo asesinaban y dejaban los cadáveres mutilados o quemados para aterrorizar a los que llegaran a buscarlos. También la guerrilla lo hizo, tampoco ellos pueden presumir de haber sido ajenos a estas barbaries.

Nada de lo anteriormente descrito puede ser aceptado como acciones de guerra, ni podemos considerar algún atenuante que justifique eso para ninguno de los dos bandos que participaron en el conflicto.

EL FUNCIONAMIENTO DE LA CADENA DE MANDO EN TIEMPOS DE RIOS MONTT


EL FUNCIONAMIENTO DE LA CADENA DE MANDO EN TIEMPOS DE RÍOS MONTT

 

Uno de los argumentos fundamentales que llevaron a la condena de Ríos Montt es el de la cadena de mando. Bajo ese supuesto, dentro del ejército, ningún subalterno mueve un dedo sin que se derive de las órdenes que han venido de un superior y existe una jerarquía que llega hasta el comandante supremo, quien al final de cuentas dicta las órdenes y a la vez recibe los informes de sus subalternos sobre el cumplimiento de esas órdenes.

Lo que más me ha sorprendido es que algunos militares extranjeros la han descrito como si los militares fueran robots programados para hacer únicamente lo que se les ha dicho  y que de manera automática generan bitácoras de su actuación.

En primer lugar hay que recordar que en tiempos de Ríos Montt se rompió la estructura de mando del ejército como resultado de que el movimiento que derrocó a Lucas fue organizado por los llamados “oficiales jóvenes”. El mismo Ríos Montt declaró al final de juicio que él fue el tercer oficial de alta jerarquía al que llamaron para hacerse cargo del gobierno, ya que los anteriores no habían aceptado. Considero que con esa confesión queda claro, para aquellos que conocen cómo se manejan las cosas dentro del ejército, la crisis que se desató dentro de sus filas: tenientes y capitanes tomaron el mando, un oficial retirado fue llamado y aceptó ser la cabeza visible del nuevo gobierno. ¿Por qué y para qué lo hizo? Él dio su versión. He escuchado otras, incluso de oficiales que le acusan de haber traicionado al ejército para satisfacer su deseo de gobernar, deseo que había quedado truncado en 1974.

Ahora bien, ¿era realmente él el que gobernaba? Aparentemente no. Aparentemente le pasó lo mismo que a Méndez Montenegro en 1965. Según se dice había una junta de comandantes que retuvo el poder para manejar las operaciones militares, quienes ni lo tomaban en cuenta (es decir, ni le solicitaban órdenes ni le comunicaban lo que realmente estaba pasando).  Tal vez eso aclara esa aparente contradicción entre las masacres que ocurrían en el altiplano y los mensajes moralistas del Jefe de Estado y su grupo de asesores (con quienes compartía las mismas creencias religiosas) quienes, con toda la buena voluntad del caso, atendían a los refugiados en las aldeas modelo controladas por el ejército bajo el programa de Fusiles y Frijoles.

Entonces, ¿podemos afirmar que Ríos Montt es inocente? Olvidemos por un momento si el delito es genocidio o crímenes contra la humanidad, olvidemos por un momento si estos son crímenes que pueden ser juzgados por los tribunales guatemaltecos, lo que no podemos olvidar es que están debidamente comprobadas las masacres ocurridas en el tiempo que él estuvo al frente del gobierno cuando proclamaba a los cuatro vientos su lema de “No miento, no robo no abuso” y que él, libremente aceptó las condiciones que se le pusieron para ponerlo al frente del Gobierno. Juzgue el lector si él es culpable o no de lo que ocurría en esos días.

lunes, 13 de mayo de 2013

GENOCIDIO PARA DUMMIES


GENOCIDIO PARA DUMMIES

“La intención de acabar (destruir) a una etnia…”

Si partimos de esta definición, caeremos en la paradoja de quién fue primero, ¿el huevo o la gallina?

Es curioso que se haya escogido a los ixiles para demostrar la tesis. Y digo curioso, porque probablemente fue la región en dónde la guerra se vivió con mayor intensidad.  Allá hubo poblados que abiertamente simpatizaron con la guerrilla, así como otros que se pusieron del lado del ejército y aportaron voluntarios a las mal afamadas PAC. También fue donde el EGP y el gobierno quisieron probar sus estrategias para ganar adeptos o para aniquilar a aquellos que se negaban a colaborar. El triángulo ixil quedó bañado en sangre, no quiero ni imaginar los sufrimientos que pasaron allí, los que murieron y los que sobrevivieron. Apenas se escuchó una pequeña parte en las declaraciones que hubo durante el juicio cuando los invisibles se atrevieron a materializarse para contar aquello que les marcó la vida para siempre.

Que hubo muerte, hubo muerte. Que tanto el ejército (hablemos genéricamente, no necesariamente me refiero a toda la institución), como la guerrilla tienen las manos manchadas de sangre, es algo que no se puede negar. Fue un territorio donde por años la muerte sentó sus reales.

Es importante tener claro que la guerrilla quería declarar esas áreas como territorio liberado, sin que esto signifique que todos los que la habitaban fueran sus simpatizantes, muchos eran rehenes o víctimas de su ignorancia que creyeron en las promesas de tener una vida mejor que la que llevaban tras siglos de explotación.  Es importante tener claro que muchos religiosos, tal vez de buena fe, se prestaron a difundir ese mensaje de “liberación”, y que con ello abrieron la puerta a una feroz persecución que cobró la vida de decenas de ellos. También es importante tener claro que el ejército, antes de que Ríos Montt asumiera el gobierno, ya había definido una estrategia para quitarle el agua al pez (siendo el agua la población que los protegía y el pez, las fuerzas subversivas), y que en vista de que era difícil diferenciar a los indígenas comprometidos con la guerrilla, de los que no, se les dio varias oportunidades para que salieran de allí hacia áreas bajo la protección militar, algo que muchos no aceptaron por miedo a perder lo poco que tenían, por temor a que el ejército los matara (como les decían los guerrilleros que iba a pasar) o porque creyeron que la guerrilla los iba a proteger.  Los jerarcas militares, una vez vencidos los plazos procedieron con una política de tierra arrasada similar a la que usaron las fuerzas de Estados Unidos en Vietnam (había muchos boinas verdes, veteranos de esa guerra, como asesores del ejército en Guatemala, así como había muchos veteranos que habían combatido con el Vietcong, asesorando a la guerrilla o a los poblados que estaban con ellos). En ese momento la definición de enemigo fue: todo aquel que siga en los territorios que ha controlado la guerrilla.

No se hablaba de combatientes, ni de ixiles o de cualquier otra etnia. Se presumía que si estaban allí, era porque simpatizaban con la guerrilla y por lo tanto eran enemigos a los que había que liquidar. Las fuerzas organizadas de la guerrilla, mientras tanto, al ver la potencia del ataque militar se retiraron dejando a los poblados a merced de los militares.

Esa es la realidad, le duela a quien le duela. Los dos bandos obraron mal, los dos bandos calcularon mal y los dos bandos son responsables por los miles de muertos que dejó la ofensiva militar.

Pero lo que nos interesa analizar es si esto, por salvaje que haya sido y aunque los muertos hayan sido miles, puede catalogarse de genocidio o no.

Déjenme ponerles un ejemplo que ya ha sido juzgado: el caso de las Dos Erres en el Petén. Esta comunidad fue literalmente borrada del mapa por el ejército, está debidamente documentado, hay testigos, incluso exmilitares que participaron en el hecho, que han confesado lo que pasó. ¡En esa masacre  no murió ni un indígena porque todos los pobladores de las Dos Erres habían emigrado del oriente del país! Ni por asomo se le ocurrió a alguno de los acusadores el enarbolar la palabra genocidio en este caso. Pero si analizamos lo que pasó allí fue que el oficial al mando de la tropa atacó porque presumía que los habitantes del lugar colaboraban con la guerrilla.  ¡Es lo mismo que ocurrió en el triángulo Ixil!  Entonces, ¿Por qué en un caso si es genocidio y en el otro no?

Durante la segunda guerra mundial, los aliados borraron del mapa ciudades enteras de Alemania, se dice que causaron más de un millón de muertos en esos bombardeos. En algunos casos eran ciudades abiertas (es decir, que no contaban con fuerzas militares que las defendieran). Al final de la guerra destruyeron dos ciudades japonesas con bombas atómicas. Sin embargo, aún con lo horroroso que esto fue, nadie ha osado enarbolar la palabra genocidio para bautizar lo que ocurrió allí. Eran civiles que estaban en territorio enemigo, y se atacó el territorio enemigo, ni siquiera para destruir objetivos militares. Se atacó para forzar la rendición de los alemanes y los japoneses, pero no había la intención de acabar con la raza alemana o japonesa por sangrienta e inhumana que haya sido la medida.

Bienvenido Cualesquiera que sean tus Creencias


BIENVENIDO CUALESQUIERA QUE SEAN TUS CREENCIAS

Hoy es 13 de mayo de 2013, hace tres días se dictó la sentencia condenando al general Rios Montt por el delito de genocidio y deberes contra la humanidad. El anciano general de 86 años fue condenado a 80 años de prisión. Es difícil encontrar una cabeza fría en este momento. Siento que estamos más divididos que nunca, en realidad lo hubiéramos estado fuera cual fuera la sentencia.

Estoy exhausto de leer tanto sobre el caso, de leer disparates tanto de la acusación como de la defensa. De escuchar que lo que sucedió en la guerra no declarada que ensangrentó a mi amado país por más de 30 años, la gente está más interesada en señalar la culpabilidad del otro bando, como si cada asesinato, secuestro o violación del grupo rival pudiera limpiar las atrocidades propias.

En el fondo, todas las inhumanidades que se cometieron se están tratando de justificar como fruto de un enfrentamiento armado entre dos grupos ideológicamente contrarios. ¿Y los que quedaron atrapados allí sin apoyar a ninguno de los dos bandos en dónde los ponemos, si su único pecado fue el de ser pobres e indígenas? Eso es lo que más duele.  Los dos grupos decían que luchaban por darles una vida mejor, entonces ¿por qué ellos ponían los muertos? Esos miles de ancianos, mujeres y niños no han merecido una sola palabra de arrepentimiento de los que los metieron en esto o de los que los eliminaron por considerarlos sus enemigos.

Sentenciaron al General por genocidio pero ¿hubo acá genocidio? ¿qué responsabilidad tuvo el General en esto? ¿qué hubiera sucedido si lo declaran inocente? ¿hubiera significado que alguien se inventó los miles de muertos, los cientos de aldeas arrasadas?

Aclaro que no fui guerrillero, ni militar que participó en el conflicto. Por eso no me interesa defender una postura, ni quedar bien con nadie. Lo que acá iré escribiendo será mi opinión, y como toda opinión, puede que a algunos no les parezca, Sus comentarios serán bienvenidos, siempre y cuando se mantengan dentro de un marco de mutuo respeto. Tratemos de combatir las ideas con ideas, hagámoslo por Guatemala, la tierra que heredaremos a nuestros hijos.