MONSEÑOR GERARDI Y EL REMHI
Juan Gerardi
fue salvajemente asesinado dos días después de haber entregado al mundo su
legado, el documento de la Recuperación de la Memoria Histórica (REMHI), en
donde se señalaba al ejército de Guatemala de haber cometido la mayor parte de
masacres en el altiplano durante el conflicto armado.
Si bien se
condenó a tres militares y a un sacerdote por complicidad en el asesinato, el
tema es que nunca se identificó al asesino, mucho menos las causas por las que
se cometió el crimen.
Juan Gerardi
estuvo en el Quiché (a dónde pertenece el triángulo Ixil) cuando inició la represión
en tiempos del gobierno de Lucas. Se sabe que varias veces se enfrentó a los
militares para reclamarles los excesos, que de milagro se salvó de una
emboscada para eliminarlo y que, cansado de ver cómo los sacerdotes y
catequistas, que tenía bajo su responsabilidad, se habían vuelto blancos en esa
guerra sucia, decidió cerrar la diócesis, hecho que se consideró inusitado
dentro de la historia de la Iglesia Católica.
Juan Gerardi
fue llamado por el papa Juan Pablo II para explicar su actuación, luego de
escucharlo, el papa le obligó a regresar a Guatemala. Hay testigos que
escucharon a Lucas decir que si ponía un pie en Guatemala, él lo enviaría a
matar. Algunos miembros de la curia impidieron, en el aeropuerto, que él
entrara al país y lograron que se fuera refugiado a Costa Rica.
Cuando algunos
años después volvió, sintió la necesidad de documentar todo el sufrimiento que
había presenciado, y que seguía escuchando, de parte de los “invisibilizados”,
los habitantes del altiplano que quedaron en medio del conflicto y que sufrieron
la dureza de la represión. Él sentía la necesidad de que esa historia se
conociera y que se buscara justicia por los crímenes cometidos.
El trabajo
quedó truncado con su muerte. La siguiente fase, que consistía en llevar a los
responsables del baño de sangre ante la justicia nunca se llevó a cabo.
Dentro de
muchas de las frases que pueden rescatarse de este mártir, quiero dejar esta
que refleja el sentir de muchos de nosotros “Para perdonar, primero debemos
saber a quién perdonar.”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario