LA GUERRA DE
GUERRILLAS EN GUATEMALA
Un aspecto que
a muchos escapa es que el enfrentamiento en Guatemala no tuvo las características
de una guerra convencional. Desde los
tiempos de la guerra en China, y sobre todo luego del triunfo de la revolución
cubana y el fracaso estadounidense en Vietnam, el concepto de moda era la
guerra de guerrillas. No se trataba de cumplir con “reglas”, más bien la única
regla a seguir es que no hay reglas. La movilización constante, los ataques
sorpresa, el “mimetizarse” con la población civil, el provocar el mayor número
de bajas en el menor tiempo posible, el no tomar prisioneros, eran algunas de
sus características, así como una delegación completa de la responsabilidad operativa
en los comandantes de patrulla. Los ejércitos “convencionales” aprendieron de
la manera más dolorosa que todas las estrategias de la época napoleónica o de
las grandes batallas de la segunda guerra mundial eran completamente inútiles
ante ese enemigo invisible que golpeaba dónde menos se le esperaba y que era
imposible de identificar. Sin que se quiera hacer una apología de la guerra, se
pasó de una contienda con ciertas normas de actuación (las regidas por la
convención de Ginebra) a una guerra sucia, en la que prácticamente todo era
válido.
Como ya he
mencionado antes, ambos bandos contaron con la asesoría de veteranos de Vietnam
de manera que acá puede observarse una réplica, en pequeño pero más salvaje, de
la manera cómo se combatió allá, siendo la mayor variante el que no se logró
una movilización total de la población civil en las áreas controladas por la
subversión en contra del ejército. Sin embargo sí hay testimonios de aldeas que
se convirtieron en mortíferas trampas para las tropas del ejército, lo que a mi
modo de ver, creo la falsa impresión de que todas las aldeas y todos los
pobladores del área estaban involucrados en la lucha armada.
Cuando el
ejército lanzó su ofensiva provocó una huida masiva de campesinos. Estos campesinos, que muchas veces eran
mujeres, ancianos y niños, no tenían nada que ver con la guerrilla organizada,
pasaron años escondidos en la selva. Al tener que estar en constante movimiento
para no ser localizados por las patrullas o las aeronaves que rastreaban el
área, les era imposible tener cultivos de maíz o frijol para su sustento
diario, tampoco tenían dinero para comprar sal, medicinas o ropa, de manera que
se constituyeron en legiones de seres humanos vagando desnudos, desnutridos y
enfermos, sin que nadie velara por ellos. Se habla de miles que murieron cuyos
cadáveres quedaron regados en la selva.
Por otro lado,
el arma preferida de las patrullas de la guerrilla que quedaron para enfrentar
al ejército fueron las emboscadas. Generalmente detonaban minas claymore al
paso de las tropas, y aprovechaban el desconcierto para atacar con fuego de
fusilería y granadas, teniendo como objetivo primario el acabar con los
oficiales al mando. Cabe recordar que
dada la estructura de las unidades guerrilleras y su necesidad de una constante
movilización, no tomaban prisioneros. En la práctica esto significaba que, si
tenían el tiempo y el comandante de esa unidad así lo consideraba, aniquilaban
a la patrulla completa y se apropiaban de su equpo.
Otra de las
tácticas guerrilleras era el ataque nocturno a los destacamentos avanzados de
combate del ejército. En realidad no se necesitaba de muchos hombres para
hacerlo, más bien eran acciones de hostigamiento para mantener a los soldados
en tensión, impedirles dormir y debilitar su moral.
Se sabe de patrullas
guerrilleras que se ponían uniformes militares para atacar poblados que no los
apoyaban. También se sabe de patrullas militares que se disfrazaban de
guerrilleros para atacar poblados que suponían simpatizaban con la guerrilla.
He mencionado estos
ejemplos para poner en contexto un enfrentamiento en dónde no habían protocolos
de conducta ni reglas. Lo que lógicamente propició un salvajismo pocas veces
visto y que dificulta señalar con claridad quién fue culpable de qué.
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